Resulta inverosímil e indignante que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Dña. Esperanza, tenga la desfachatez de realizar las siguientes manifestaciones: "Todo el PP de Madrid estará en la calle constantemente para explicar nuestras políticas y lo que hacemos para mejorar la vida de los ciudadanos", más aún, cuando en municipios cómo Valdemoro, gobernado por el Partido Popular, y del que fuera Alcalde Francisco Granados, actual Consejero de la Presidencia, persona de confianza de la sra. Aguirre y vecino de esa la localidad; este fin de semana, los miembros de Unión, Progreso y Democracia tuvimos que levantar la mesa informativa cuando tres policías municipales acudieron al lugar dónde la tenían ubicada, solicitando los DNI. de quiénes estábamos participando de la democracia, haciendo uso del pluralismo e informando a los ciudadanos.
No fue suficiente con arrebatarnos el derecho cómo españoles libres a difundir nuestras ideas mediante la palabra o cualquier otro medio de difusión, no sólo limitaron a los ciudadanos su derecho a obtener información, sino que además, haciendo un alarde inadmisible de prepotencia y dominación, el PP de la Comunidad, manifiesta satisfecho que recorrerá no sólo los 21 distritos de Madrid, sino que visitará también, los municipios.
Lo más paradójico del asunto, o tal vez, lo más hediendo del propósito, es el pretexto que usa Esperanza para lanzarse a la calle y llenar ésta de pasquines, “trato discriminatorio” al que su partido se ve sometido; realmente, me es difícil escribir mientras siento cómo manipulan y abusan de su situación, cómo quieren contagiar a la ciudadanía de su doble moral, en definitiva, como pretenden engañarnos.
¿Realmente cabe ante nuestros ojos, bajo las miradas de todos los madrileños ese nivel de narcisismo, esa ostentación de poder sin escrúpulos que por un lado acota nuestras libertades, vulnerando derechos, y por otro abusa sin rubor, ni sonrojo haciendo aquello que prohíben?
Ana Botella y Gallardón repasan nuestros desperdicios
Alberto y Ana, Botella y Gallardón darán un repaso a nuestros desperdicios para colectar fondos y resistir la crisis económica con el dinero de los madrileños.
Hoy se ha aprobado en la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid la nueva Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y de Gestión de Residuos. Después de dos décadas sin cambios en esta normativa, el grupo popular a la cabeza del ayuntamiento, propone y aprueba regulaciones con ánimo recaudatorio y casi temerario
Si tú, ciudadano que reciclas y separas la basura, tienes un vecino que no se ha hecho eco de las campañas de concienciación sobre la trascendencia que tiene el reciclaje, siéndote honesta, haber elegido otro lugar de residencia con una cultura más ecológica, porque junto con el resto de los residentes de tu comunidad, vas a pagar 750 euros cada vez que un inspector enviado por Gallardón se entere de esta irregularidad.
Además, si tienes una prima o un amigo “chapuzas” que no se le da mal eso de cambiar bujías o el filtro del polen del coche, desde hoy, olvídate de llamarle para que te eche una mano; pues entre la ristra de actuaciones prohibidas, se incluye por su “incidencia en la limpieza” el no poder reparar vehículos en la vía pública. Abróchense el cinturón, que entre la desordenada crisis, el paro, las “nuevas multas” para Madrid y no poder hacer uso de los espacios comunes para ahorrar un dinerillo, será mejor prevenir eventualidades.
Eso sí, dice la Ordenanza, que quedan excluidos expresamente “los actos relacionados con el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas”. Me pregunto si este punto no entra en contradicción con la Ordenanza que Gallardón pretende aprobar el próximo viernes 31 de octubre, en la que se vulnera el derecho a expresar y difundir libremente ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción y a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. Tal vez, la exclusión expresa, sea únicamente para sus regentes.
Hoy se ha aprobado en la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid la nueva Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y de Gestión de Residuos. Después de dos décadas sin cambios en esta normativa, el grupo popular a la cabeza del ayuntamiento, propone y aprueba regulaciones con ánimo recaudatorio y casi temerario
Si tú, ciudadano que reciclas y separas la basura, tienes un vecino que no se ha hecho eco de las campañas de concienciación sobre la trascendencia que tiene el reciclaje, siéndote honesta, haber elegido otro lugar de residencia con una cultura más ecológica, porque junto con el resto de los residentes de tu comunidad, vas a pagar 750 euros cada vez que un inspector enviado por Gallardón se entere de esta irregularidad.
Además, si tienes una prima o un amigo “chapuzas” que no se le da mal eso de cambiar bujías o el filtro del polen del coche, desde hoy, olvídate de llamarle para que te eche una mano; pues entre la ristra de actuaciones prohibidas, se incluye por su “incidencia en la limpieza” el no poder reparar vehículos en la vía pública. Abróchense el cinturón, que entre la desordenada crisis, el paro, las “nuevas multas” para Madrid y no poder hacer uso de los espacios comunes para ahorrar un dinerillo, será mejor prevenir eventualidades.
Eso sí, dice la Ordenanza, que quedan excluidos expresamente “los actos relacionados con el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas”. Me pregunto si este punto no entra en contradicción con la Ordenanza que Gallardón pretende aprobar el próximo viernes 31 de octubre, en la que se vulnera el derecho a expresar y difundir libremente ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción y a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. Tal vez, la exclusión expresa, sea únicamente para sus regentes.
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