No es tiempo de arruinar

Tras la puerta contigua a la de mi oficina, se encuentra uno de esos jefazos déspota, inteligente, sobresaliente en sus comentarios, eficiente en su trabajo, algo obsceno y descortés. Cada mañana, desde hace algo más de un año, intercambiamos un par de comentarios cargados de crítica e ironía mientras fumamos complacientemente un cigarrillo, bajo el manto helado de enero o el jodido calor del verano, nicotizándonos” mientras este Estado soberano, que no Pueblo, vaya vislumbrando otros antojos, y nos lo permita. Hoy voy a recordar una de sus frases: “Todo tiende a no caerse, se arruina”; pues sí¡¡¡

Entre unos y otros, gobiernos y oposición y agentes sociales arqueeeeetianos están arruinando este país. Estoy algo cansada de tanta pajarería, ¿no es fundamental centrar un debate interno entre los diferentes grupos y estamentos políticos y sociales en La Reforma del Mercado de Trabajo y Financiación Autonómica y Local?, entendiéndolas fundamentales para avanzar en una vida en democracia. Y escribo internos, para que sean eficaces, aunque lleguemos tarde, cómo lo hicimos allá .. en tiempos de la Revolución Industrial.

No es tiempo de buscar enemigos, ni pelear por cambios absurdos en la definición/nombre/titulito del modelo territorial de España, esto, hay que dejárselo a los ideólogos o escritores fecundos o no tanto, y últimamente a endoparásitos del sistema que ven el tiempo desde la subjetividad de la perspectiva literaria, dónde éste, no apremia, dónde es infinito, tiempo garante de fantasías a corto y largo plazo. Hay que buscar soluciones reales a plazos reales, con propósitos honestos y adecuados a las posibilidades económico-temporales.