Discrepancias


Comienzo este post pidiendo disculpas por el retraso del mismo, dado que es fruto de algunas preguntas que me realizaron algunos amigos y compañeros al escribir en la red social facebook mi desacuerdo con el siguiente artículo http://www.elimparcial.es/religion/benedicto-xvi-y-europa-razon-y-fe-73663.html# publicado por David Ortega, entraré únicamente a comentar algunas discrepancias, pues es indudable que la opinión personal que me generan tanto Benedicto XVI como la propia institución que representa, me llevaría varios manuscritos.



“Que Benedicto XVI es un gran intelectual, no cabe duda. Desde que ganó su primera cátedra en 1959 es un experto en las relaciones fe y razón. Ha mandado muchos mensajes en estos tres viajes, pero hay uno que se repite insistentemente, el más importante, que posiblemente viva él mismo, la convivencia entre la fe y la razón”. D.O.
Respecto de tales manifestaciones me quedo, como muchos otros, con la siguiente descripción de Fernando Savater: “Se ha puesto de moda proclamar al inquisitorial Ratzinger nada menos que como una cima de sabiduría insuperable. Para diversos opinadores mediáticos que probablemente no han leído tratado metafísico más profundo que ¿Quién se ha llevado mi queso?, es el primer intelectual europeo, mundial, universal, no inferior en méritos a sabios de la altura de Rappel o Belén Esteban.”



“Benedicto XVI es aventajado heredero de esa ilustre cadena que posiblemente iniciara San Agustín, uno de los grandes pensadores de la humanidad, siguiera Santo Tomás y, entre muchos otros,  estuviera el mismo Tomás Moro, Kant o Lord Acton”. D.O.
“Benedicto XVI ya incluso desde el avión que le lleva por España hablaba de la necesaria convivencia entre la fe y la laicidad -separación Estado/Iglesia, que no anticlericalismo-“ D.O.

Dar tanto crédito y tan alta categoría a una hombre que forma parte de un entramado Vaticano, que entre otras cuestiones desde 1978, año en que se asentó en el Vaticano el polaco Wojtyla, con el actual Papa Ratzinger como policía doctrinal, el Vaticano ha censurado o excomulgado a más de 500 teólogos por realizar ser críticos, progresistas o sencillamente manifestar sus opiniones.


Un hombre que ha ido obviando la lo que Juan XXIII comenzó durante su papado procurando la armonización y hermanamiento de las confesiones del planeta, o procurando promover el respeto y la comprensión de diferentes religiones e “iconos” Alá, Yahvé, Confucio, Buda, y otros, no puede ser considerado como precursor o seguidor de la “convivencia entre la fe y la laicidad” si ni siquiera es capaz de “convivir” en pluralidad.


“El artículo 16 de nuestra Constitución de 1978 consagra las dos dimensiones del mismo, externa e interna. En su apartado primero el derecho a manifestar en libertad tus creencias, con el lógico límite
del orden público. El segundo a que nadie te puede obligar a hacerlo.”
“Creo que el Papa ha cogido el camino correcto” “El 95% del planeta cree en un ser superior, esto debe ser motivo para sacar lo mejor de nosotros mismos en términos socráticos -mayéutica- y no lo peor (dinamismo antropológico).” D.O.

Cuantificar la laicidad o religiosidad es algo que resulta francamente inverosímil, ningún dato que pudiera salir al respecto es aceptable, sin embargo al leer el artículo, y creo no ser la única, me chirrió una cifra, ese 95% del que David habla con tanta ligereza (salvo que por “ser superior” tenga su personal teoría) o bien, que base sus manifestaciones en estudios parciales, cómo esta del CIS que realiza un muestreo de 2480 personas de España y cuyo resultado refleja ese porcentaje del que David parece estar tan seguro (http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=2291&cuestionario=2333μestra=5427)


Que el papa haya cogido el camino correcto, con su inquisitorial comportamiento, sus actitudes dictatoriales, su interna “caza de brujas”, sus constantes manifestaciones contra la libertad de elección
y expresión personal.. me parece cuanto menos, una barbaridad, que me preocupa.


Percibo que en su artículo subyace cierta admiración, hacia el hombre Ratzinger, más que hacia la figura Benedicto XVI, lo que, sin duda, me produce una gran distancia con Ortega de pensamiento y sentimientos. Y de nuevo, me quedo con una frase, que considero, en este caso sí, de un gran pensador Sabater: “¿Acaso no han aprendido nuestros dirigentes que la Iglesia es insaciable?”

Un abrazo, nos leemos.